
La formación de depósitos salinos (EFLORESCENCIAS) en las piezas cerámicas, es un complejo fenómeno que se da con más frecuencia de la deseada en la edificación, principalmente en las fábricas de ladrillo y bloque, afectando a la calidad estética de las obras y, en algunos casos, afectando a la propia durabilidad del material.
Las eflorescencias se forman en la superficie o en el interior de las piezas cerámicas, debido a la cristalización de sales solubles en las que el agua ha actuado como disolvente y vehículo de transporte de las mismas. Se presentan de diferentes colores dependiendo del tipo de sal soluble de la que se trate, aunque las más comunes son de aspecto blanquecino. En la imagen se pueden apreciar 3 probetas de laboratorio donde una presenta sales de vanadio de coloración amarillenta, otra presenta sulfatos de coloración blanquecina y otra no presenta eflorescencias.
Las causas que provocan la aparición de este defecto hay que buscarlas tanto en las propias piezas cerámicas como en el resto de materiales que, junto con las piezas, forman la unidad constructiva, así como en las posibles interacciones entre ambos materiales:

SUELO: Cuando la fábrica está en contacto con suelos ricos en sales, éstas pueden llegar hasta las piezas cerámicas arrastradas por la humedad de ascenso capilar, acumulándose en el interior de las piezas.

MORTERO: Las sales solubles aportadas por los morteros son origen de eflorescencias tanto en la pieza cerámica como en la propia junta de mortero.

PIEZA CERÁMICA: Si las arcillas utilizadas como materia prima en la fabricación de las piezas contienen sales, éstas pueden dar lugar a la aparición de eflorescencias en los ladrillos o bloques cerámicos vistos.
La norma que define el método de ensayo para determinar la aparición eflorescencias de piezas de arcilla cocida para fábrica de albañilería es la norma UNE 136029:2019.